domingo, 13 de mayo de 2012

Las mariquitas y el saltamontes



Saltamontes avanzaba penosamente sobre la nieve. El frío era intensísimo y necesitaba encontrar, cuanto antes, un refugio, si no quería morir congelado. Amigos, ya conocéis la dureza del invierno en un bosque situado en altas latitudes, como éste que protagoniza nuestra historia.

Saltamontes cayó inconsciente sobre la nieve, víctima del frío y del agotamiento. Por fortuna, dos mariquitas pasaban por allí y, sin pérdida de tiempo, se lo llevaron a su casa. Saltamontes se repuso con una buena comida y té caliente. Pasó el invierno en casa del matrimonio. Al despedirse, dijo, conmovido:

- No sé cómo agradeceros...

- ¡Nada, nada! - le interrumpió el Señor Mariquita -. Hoy por ti, mañana por mí.

Sus palabras fueron proféticas, pues, al invierno siguiente, la hija del matrimonio Mariquita, se extravió en lo más profundo del bosque. Saltamontes, que conocía el mismo palmo a palmo, rastreó las huellas de la pequeña y no tardó en encontrarla. ¡Qué formidable es la cooperación, amigos!

0 curiosos:

Publicar un comentario

¿Qué te ha parecido lo que has leído?
¡Deja un comentario!

 

Una fábula cada día Copyright © 2009 Flower Garden is Designed by Blogger Templates